No estamos acostumbrados a ver al imitador de León criticar. Digamos que no es de los que se mojan habitualmente.
Pero esta vez no va mal encaminado.

Dejando de lado las series-que cada cual tendrá sus gustos y es muy difícil dictaminar si son buenas o no-los concursos-demasiado variados como para especificar conceptos-, los magazines-basados en la actualidad de última hora- y por supuesto a la cultural y excelentísima la dos de TVE, ¿hay realmente buena televisión en nuestro país?
La respuesta rápida y fácil es el no, que a todos nos gusta decirlo, porque parecemos muy revolucionarios y enfadados con la causa. Luego todos, uno a uno, consumimos televisión. ¿Nos tragamos todo lo que nos echan? ¿Vemos la tele como si fuéramos máquinas programadas? ¿Somos unos Homers Simpson?
Yo opto por el no, una vez más. Quizá sí exista un resquicio de buena televisión.